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Cómo Manejar (Tus Propios) Errores en el Trabajo

Cómo Manejar (Tus Propios) Errores en el Trabajo

Alexandra Serrano - Head of Learning & Development - Human Resources
Septiembre 6, 2024 • 11 min read Expert insights

Cometí un error en el trabajo. Ahí está, lo dije.

No fue un error que pusiera en peligro mi trabajo o la integridad de la empresa, por supuesto, pero fue uno que podría haberse evitado. Y es en ese detalle donde reside la verdadera frustración.

En las redes sociales, es normal ver imágenes de celebraciones acompañadas de textos inspiradores sobre nuevos logros, progreso en la carrera, éxitos en proyectos u obtener otra certificación. Pero las historias de fracasos, o al menos de errores, son raras. ¿Es realmente tan malo cometer un error?

Definitivamente no. Al contrario, puede ser algo positivo si se maneja bien.

¿Por qué duele tanto cometer errores?

Todos cometemos errores constantemente. Cuando cometemos un nuevo error, es fácil comenzar a pensar en todos los demás que hemos cometido en el pasado y caer en una espiral de autodesprecio por ser un fracaso.

Es nuestro ego hablando, diciéndonos cómo, una vez más, estamos fallando a los ojos de los que nos rodean. Probablemente seamos nosotros juzgándonos a nosotros mismos.

Pero más allá de eso, cuando se trata de errores en el trabajo, muchas personas luchan por admitirlos o pedir ayuda por miedo a enfrentar repercusiones de sus gerentes. Muchas empresas tienen un estilo de liderazgo que castiga a los colaboradores por cometer errores, lo que crea impactos negativos no solo para los individuos sino también para la empresa en su conjunto.

Cuando el equipo ve que un colega es castigado o enfrenta repercusiones por un error, es poco probable que levanten la mano para señalar un nuevo problema que necesita atención. Según un estudio de Gallup (2017), este tipo de cultura corporativa conduce a una disminución de la satisfacción de los colaboradores, un clima de miedo y vigilancia constante, pérdida de motivación y reducción de la productividad, afectando finalmente los resultados comerciales.

Además, un estudio de Harvard Business Review de 2017 encontró que las empresas que castigan los errores tienden a tener menos innovación y un estilo de trabajo menos colaborativo.

Abrazando los Errores

Grupo de jóvenes programadores, trabajando juntos

A nadie le gusta cometer errores, aún menos cuando otros notan que hemos fallado nuevamente. Pero si reconocemos que cometer errores es parte de ser humano, y si la empresa reconoce que todos somos susceptibles al error, estamos proporcionando esa seguridad psicológica esencial para una cultura de apertura y colaboración, donde hay un diálogo constante, un impulso por la innovación y una alta motivación.

Las empresas que adoptan este enfoque no solo impulsan la mejora continua y la innovación, sino que también aseguran que los errores se aborden y se resuelvan rápidamente, promoviendo el aprendizaje de ellos. Esa es la clave: tener una cultura de aprendizaje.

Como explica Ikujiro Nonaka en su famoso artículo de 1991 en Harvard Business Review, The Knowledge-Creating Company: «Las empresas no son máquinas; son organismos vivos». Y como tales, siempre son susceptibles a errores y mejoras, lo que fomenta el aprendizaje y la innovación.

Cultura de Aprendizaje

Muchas personas hablan de una cultura del error donde los errores se reconocen y abordan positivamente. Sin embargo, personalmente, prefiero hablar de una cultura de aprendizaje, no solo para restar importancia al error en sí, sino para enfatizar el resultado del error. Lo que importa es lo que sucede después del error, cómo lo corregimos, aprendemos de él y lo comunicamos a los demás.

Una cultura de aprendizaje se enfoca en el fácil acceso de los colaboradores a capacitación continua, herramientas de desarrollo personal, plataformas de capacitación técnica, etc. Pero, una cultura de aprendizaje auténtica implica que los líderes brinden una «red de seguridad» para que las personas se sientan alentadas a probar cosas nuevas, explorar opciones, tomar decisiones y fallar en el proceso.

Una cultura que alienta a los colaboradores a compartir sus historias de éxito, y cómo manejaron un error y lo convirtieron en una oportunidad de aprendizaje, significa que todos los demás también pueden aprender. Ese conocimiento transformador se multiplica.

La Importancia de la Cultura Organizacional en el Reconocimiento de Errores

En discusiones anteriores, hemos hablado sobre los tres valores fundamentales en GBH, especialmente uno de ellos: Sé Abierto, que refleja nuestro compromiso con la apertura y el diálogo.

Desde el primer día, explicamos a nuestros colaboradores que en GBH, cualquiera puede proponer una idea de proyecto, sugerir mejoras a los procesos existentes, hablar sobre nuevos aprendizajes, expresar preocupaciones sobre los cambios en la empresa y, por supuesto, admitir un error, sabiendo que su líder será el primero en apoyarlos y ayudar a encontrar una solución.

En GBH, tenemos un equipo increíblemente talentoso, dedicado y comprometido que siempre busca la mejora continua y la innovación. Tanto la mejora continua como la innovación requieren experimentación, lo que inevitablemente conduce a errores, fracasos o situaciones en las que necesitamos revertir implementaciones.

Sin embargo, los errores no son castigados. Levantamos la mano, exponemos el problema, lo discutimos con las partes involucradas, buscamos apoyo, lo resolvemos y, lo más importante, aprendemos de él.

Cometí un Error, ¿Y Ahora?

Mujer usando una computadora portátil

Aunque contamos con el apoyo de nuestros líderes y la empresa, debemos entender que los errores son nuestros y debemos asumir la responsabilidad por ellos.

La buena noticia es que el error deja de ser el foco cuando tomamos algunas acciones. Aquí hay algunos consejos que me han ayudado en el pasado y parecen valiosos:

  • Primero, identifica el error y asume la responsabilidad por él. Tan pronto como te des cuenta de que has cometido un error, asume la responsabilidad, nunca intentes ocultarlo o ignorarlo. Esto es crucial para mantener la confianza en ti mismo y en tu trabajo.
  • Cuando reconozcas tu error, ponlo en contexto. ¿Es tan importante como parece en este momento? Lo que parece un error terrible a menudo puede ser leve y puede tener una solución. Contextualizar no solo ayuda a reducir el peso del error, sino que también te ayuda a pensar en él con más calma y sin ansiedad.
  • Mirar el error con la cabeza despejada te ayuda a verlo desde una perspectiva diferente y a sopesar posibles acciones, facilitando la decisión sobre la mejor manera de abordar el error y encontrar una solución.
  • Involucra a tu líder y hazle saber lo que sucedió. Cuando te acerques a ellos, no solo presentes el error, sino también la solución que hayas encontrado. Si la decisión no depende de ti, al menos presenta tu propuesta.
  • Documenta todo, no solo el error en sí, sino también por qué sucedió, la solución a la que llegaste y cómo puedes asegurarte de que no vuelva a suceder. Y comparte esto con los involucrados o potencialmente afectados.
    • Esto no solo ayuda a mejorar los procesos, sino que también fomenta esa cultura de aprendizaje de la que hablamos anteriormente. Aprender de los errores es mucho más significativo de lo que parece, ya que evita que se repita el mismo error e impacta en el crecimiento personal, desarrollando competencias críticas como el análisis de problemas, la toma de decisiones, la autoconciencia y la responsabilidad, entre otras.
  • Por último, al ver lo anterior como pasos y, una vez en este punto, podemos mirar hacia atrás y darnos cuenta de que un error no nos define, no es parte de nuestra identidad y no determina nuestro futuro. Entonces, cuando descubras que has cometido un error, trátate con compasión.

«Apunta a la luna. Incluso si fallas, aterrizarás entre las estrellas».

Algo similar a esta frase refleja nuestras aspiraciones. En GBH, realizamos nuestro trabajo con la más alta calidad y cuidado, con un fuerte compromiso de comprender cómo lo que hacemos contribuye al resultado del equipo.

También tenemos una filosofía de trabajo enfocada en desarrollar productos y brindar servicios con empatía y cuidado por nuestros clientes. Trabajamos con humildad para evolucionar y crecer. Esto nos lleva a reconocer que todo puede mejorarse y que podemos aprender de cualquier situación.

Cuando se trata de cometer errores, nuestro objetivo es cometerlos en espacios seguros para que podamos identificar posibles soluciones antes de cualquier implementación. Confiamos en pruebas técnicas, diversas técnicas de prueba, plataformas de control, etc.

Aún así, pueden ocurrir cosas inesperadas y pueden ocurrir errores. Cuando eso sucede, lo reconocemos, activamos las alarmas de inmediato y, como equipo, identificamos la mejor manera de resolverlo, todo mientras mantenemos la actitud positiva y aprendemos durante el proceso. Sabiendo que en muchos casos (la gran mayoría), ese error y aprendizaje solo nos llevarán más lejos en nuestro camino.

Como dice la escritora y empresaria Arianna Huffington, «El fracaso no es lo opuesto al éxito; es parte del éxito».

¿Qué otro consejo le darías a alguien que ha cometido un error?

Fuentes:

  • Gallup. (2017). State of the American Workplace: Employee Engagement Insights for U.S. Business Leaders. Gallup.
  • Edmondson, A. (2017). The Fearless Organization: Creating Psychological Safety in the Workplace for Learning, Innovation, and Growth. Harvard Business Review Press.

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